Muchas de las iniciativas emprendedoras culturales, puestas en marcha en el contexto de los territorios rurales, suelen centrarse en replicar modelos de negocio existentes en otros territorios o mercados.

Debido a la disparidad de oportunidades entre mundo rural y urbano, la prioridad de muchas de las iniciativas emprendedoras rurales se centra en replicar modelos existentes en otros mercados, dotando a la población local y/o los visitantes de los territorios de productos o y servicios de calidad anteriormente no disponibles.

Si a esto le añadimos que los recursos económicos y equipos con los que cuentan estas iniciativas suele ser limitados la capacidad de innovar sobre los productos, servicios o modelos de negocio o modelos organizacionales ya existentes es compleja.

Es aquí donde la identidad de marca adquiere relevancia. La construcción de una identidad de marca contextualizada con el territorio y nos permitirá innovar y trasformar completamente la percepción que nuestros grupos de interés tienen acerca de nuestros proyectos.

Storytelling, identidad como motor de innovación

Sin duda una de las técnicas más eficaces de cara a construir tu relato de marca es el “Storytelling”. Este método, consiste en el uso de las estructuras narrativas en comunicación empresarial con el fin de conectar con nuestros públicos y humanizar nuestros negocios.

Pero ojo, la construcción de una identidad de marca tiene poco de inventiva y mucho de reflexión. Como cualquier proceso de innovación parte de la observación exhaustiva de la realidad que nos rodea, con el objetivo de sacar a la luz aquellos aspectos clave sobre los que sustentar nuestro relato:

1. Reflexión interna

Analiza los hitos principales de tu historia personal y observa que elementos resaltan en relación con tu proyecto. ¿Quién eres? ¿Cuáles son tus valores? ¿Qué momentos vitales te han llevado a lanzar el proyecto? ¿Cómo surgió la idea?, ¡Te vas a sorprender de las cosas que salen a la luz cuando uno se para a pensar en el camino recorrido!

Si tu proyecto está liderado por un equipo de personas, cada una de ellas deberá realizar este ejercicio de manera individual y posteriormente ponerla en común con el grupo para visualizar roles y confluencias con el proyecto.

2. Reflexión externa

Observa tu entorno, pero no te quedes únicamente en una perspectiva de los problemas o tendencias globales del mundo rural. Entra en harina de cara a conocer las características distintivas del territorio: Economía local, tradiciones, costumbres, hitos significativos.

¿Cómo podrías incluir dichos elementos de cara a contextualizar tu identidad con el entorno? ¿Crees que esto te podría ayudar a la hora de conectar emocionalmente con dichos grupos de interés?

3. Identificación de los ejes del relato

Seguramente, al reflexionar sobre los bloques anteriores habrás percibido que ciertos elementos destacan sobre el resto. Esto es lo que conocemos como “ejes del relato”. Tu labor ahora es seleccionar y poner en orden las piezas necesarias para construir una narrativa e impregnar con dicho relato cada rincón de tu proyecto para hacerlo único.

Un ejemplo vale más que 500 palabras

Imagina que eres actriz, a lo largo de tu trayectoria profesional has tenido la oportunidad de formarte en las técnicas teatrales más vanguardistas, girar alrededor del mundo y participar como docente en diferentes escuelas de arte dramático.

Tu vínculo con el mundo rural radica en tu familia paterna, durante tu infancia y de manera periódica has vuelto a tu pueblo natal y crecido personalmente en contacto con la cultura, tradición local.

Durante dichas visitas, siempre te ha generado tristeza y desasosiego la falta de acceso que los habitantes del territorio tienen a actividades culturales de calidad y cansada de dar vueltas por el mundo decides echar raíces y poner en marcha tu proyecto. Un espacio de libertad creativa e inclusivo a todas las edades en el que las personas del entorno puedan aprender las técnicas teatrales más vanguardistas.

Únicamente cuentas con el apoyo incondicional del ayuntamiento y con unos cuantos ahorros para poner en marcha tu idea, tienes claro cuáles son los contenidos, el formato y el modelo y no hay mucho margen para grandes innovaciones, pero te preocupa que el lenguaje técnico o el argot teatral genere inseguridad entre tus paisanos y suponga un freno para la viabilidad de tu proyecto.

Te paras a pensar e inspirada en el imaginario popular decides crear tu propia narrativa, un lenguaje propio que facilite la comprensión de tu proyecto y elimine las barreras de entrada que supone lo desconocido. Así a modo de ejemplo, el módulo de “Vocal Coaching” pasa a llamarse “La llamada del Pastor” y su objetivo ya no es tanto dar un Do de pecho, sino que las ovejas te oigan a un kilómetro a la redonda.

¡Funciona! La gente sonríe y empatiza con tu proyecto lo toma como algo suyo y participa de forma activa de tu iniciativa.