En este artículo exploraremos qué significa ser una persona emprendedora, a través de oficios que rodean los proyectos culturales y creativos, con un enfoque en la innovación y el emprendimiento social. Si a esto le incorporamos la variable de emprender en la ruralidad se agrega una capa de complejidad derivada de que se trata de un entorno diferente al urbano, con diferentes desafíos y oportunidades.
El objetivo de este ejercicio no es ofrecer una receta para crear una startup y convertirla en un unicornio. En cambio, se tratará de una reflexión basada en años de experiencia en el desarrollo de proyectos que generan un impacto social y público.
A menudo, se piensa en los emprendimientos exitosos como aquellos que logran una valoración económica de varios miles de millones. Sin embargo, hay un tipo de emprendimiento que se desarrolla para generar un cambio social a través de la innovación y la creatividad. Estos proyectos pueden tener un impacto significativo en la sociedad y en las personas.
También será relevante destacar la diferencia entre emprender desde el ego y emprender desde el amor. Es fácil caer en la trampa de querer demostrar que se es el mejor emprendedor social, pero el verdadero éxito viene de abordar los problemas con humildad, empatía y una genuina pasión por mejorar la vida de las personas.
En esta línea, vamos a ir presentando diferentes proyectos que nos ayuden a situarnos e inspirarnos, como es el caso de Basurama1, un colectivo que ha desarrollado proyectos innovadores en el ámbito de la cultura y la creatividad, demostrando que es posible crear un cambio social significativo y mejorar la vida de las personas a través de iniciativas orientadas al bienestar común.
Este artículo se estructura en 5 partes que nos proporcionarán claves para disfrutar nuestros procesos de emprendimiento:
Aunque puede parecer que el título de este artículo -“El milagro de emprender”- puede tener una connotación religiosa o mágica, nada más lejos de la realidad. Como se ha señalado anteriormente, emprender desde una perspectiva social, especialmente en proyectos que involucran la creatividad y la cultura en zonas rurales, puede ser muy difícil. Es un verdadero milagro que aquellos que se atreven a desafiar la corriente y romper con las prácticas y paradigmas tradicionales logren alcanzar el éxito. Muchas personas cuestionarán y desafiarán estas iniciativas sugiriendo que no son económicamente sostenibles. Sin embargo, como dijo un amigo muy sabiamente: “lo fácil ya lo hemos hecho, lo difícil lo estamos haciendo, y para los milagros nos estamos organizando.”
A medida que avancemos en este artículo, a través de las partes 4, 5 y 6, exploraremos los tres “milagros” claves que hacen posible el emprendimiento social en un contexto desafiante como el que se presenta en esta introducción.
Nota: En este artículo no se proporcionará una definición de lo que significa emprender o ser una persona que innova y emprende socialmente. Se deja a criterio del lector y a los posibles insights que se puedan obtener de la lectura.
Observando el entorno. ¿Cómo situar el ecosistema?
Antes de explorar los milagros del emprendimiento es importante tener una comprensión clara de las coordenadas en las que nos encontramos, para poder generar ecosistemas y alianzas.
Como bien dice un amigo es esencial identificar y entender la “situación situada” en la que nos encontramos y tomar medidas en un modelo de emprendimiento no lineal, con una mirada sistémica global, que nos permita comprender el ecosistema en el que nos movemos y las alianzas que necesitamos generar.
El mapa para el desarrollo del ecosistema de la red o comunidad identifica tres niveles o dimensiones clave:
- Los emprendedores sociales o agentes de cambio: se refiere a personas que destacan en su comunidad, equipo u organización por el impulso de procesos de cambio. Pueden ser, por ejemplo, un urbanista que innova con los ciudadanos para buscar soluciones en el espacio público de un barrio o un actor de teatro que conecta patrimonio y ciudadanía. Las necesidades o situaciones situadas surgen de la observación de una o pocas personas.
- La red o comunidad local o el equipo u organización: se refiere a comunidades más acotadas que por ejemplo conviven en una pequeña y mediana empresa (pyme) o una organización cultural de barrio. Las necesidades derivan de colectivos de personas acotadas.
- La red o comunidad global o territorio: se refiere a un conjunto de personas muy amplio, como un barrio o una universidad. Las necesidades derivan de clamores generalizados.
Es importante comprender estos tres niveles para poder entender el ecosistema en el que se desenvuelve el emprendimiento social y así poder identificar las necesidades y los desafíos que enfrenta la comunidad en cada nivel. Esto nos permitirá crear soluciones y proyectos que sean adecuados y relevantes para el contexto en el que se desarrollan.
Un proyecto inspirador que nos puede ayudar a entender estas tres dimensiones es Placemaking2, un movimiento internacional que busca involucrar a las personas en el diseño y la transformación de los espacios públicos de sus ciudades, con el objetivo de generar lugares más habitables, sostenibles y vibrantes. La organización Espacio Lúdico3, a través del primer encuentro latinoamericano de innovación urbana ciudadana, buscó reunir a diversas organizaciones y actores del continente para promover el Placemaking como herramienta de transformación social y urbana.
Este proyecto ilustra cómo una necesidad o iniciativa individual puede conectar con una comunidad o red de actores acotados y, finalmente, generar una incidencia social o pública en una comunidad o territorio más amplio. Es un ejemplo de cómo las tres dimensiones del ecosistema emprendedor están interconectadas y cómo las alianzas y colaboraciones pueden llevar a soluciones innovadoras y transformadoras en el ámbito social y urbano.
Este primer mapa nos permite entender el contexto en el que estamos emprendiendo y cómo podemos interactuar con las distintas comunidades y redes que nos rodean. Es importante identificar las necesidades de cada nivel para poder generar soluciones y oportunidades de innovación y emprendimiento social que tengan un impacto significativo en el ecosistema.
También es relevante identificar los actores clave en cada nivel y cómo podemos establecer alianzas y colaboraciones para lograr un impacto mayor y sostenible en el tiempo. La colaboración y el trabajo en red son fundamentales para generar un ecosistema de innovación y emprendimiento social robusto y efectivo.
No se puede entender un proceso de innovación y emprendimiento social si no se desarrolla en red y en comunidades colaborativas, ya que esto permite maximizar el impacto social, compartir recursos y conocimientos, y crear soluciones más sostenibles a largo plazo. Además, la identificación de las personas interesadas, el cuidado de las relaciones y la creación de un propósito colaborativo son claves para construir una comunidad sólida y sostenible en el tiempo.
El ciclo de la persona emprendedora. ¿Cómo generar alianzas?
El siguiente ciclo nos ayuda a visibilizar que la persona emprendedora o agente de cambio no trabaja en solitario, sino que busca alianzas con otros actores de la comunidad, como pueden ser organizaciones, empresas, instituciones, entre otros, para generar un impacto más amplio y sostenible en la solución de los problemas identificados.
Además, en este proceso de innovación y emprendimiento social, la comunidad no sólo valida el proyecto, sino que también puede participar activamente en su desarrollo y en la toma de decisiones, generando así una mayor implicación y compromiso en la transformación de su entorno.
Como ya decíamos, hay que tener en cuenta que el proceso de innovación y emprendimiento social es un camino complejo y con muchos desafíos. En este sentido, este ciclo también puede ayudarnos a identificar posibles obstáculos o barreras en el proceso y encontrar soluciones para superarlos.
Por ejemplo, podríamos preguntarnos: ¿Cuáles son los principales obstáculos que enfrentamos en el desarrollo de nuestro proyecto? ¿Cómo podemos abordarlos de manera colaborativa? ¿Qué recursos necesitamos para superarlos?
Además, este ciclo también puede ayudarnos a evaluar el impacto de nuestras acciones y proyectos. Podríamos preguntarnos: ¿Cómo medimos el impacto de nuestro proyecto en la comunidad? ¿Qué cambios positivos hemos logrado? ¿Cómo podemos mejorar nuestro proyecto para maximizar su impacto?
En definitiva, este ciclo nos ayuda a visualizar el proceso de innovación y emprendimiento social como un proceso colaborativo y en red, en el que las comunidades y los líderes juegan un papel fundamental. Al situarnos en el ciclo, podemos identificar oportunidades, desafíos y soluciones para trabajar juntos y construir un futuro más justo y sostenible.
Uno de los proyectos que más alegrías me ha dado, y que ilustra bien este ciclo, es la Fundación Quito Eterno4. En este caso, las personas fundadoras de Quito Eterno, en los pasos 1 y 2 del ciclo, reconocieron la importancia de revalorizar tanto el patrimonio material como inmaterial del centro histórico de Quito con el fin de acercar a la ciudadanía el corazón de la capital de Ecuador (ya que, por distintos motivos, existía una gran desafección). En relación con los pasos 3 y 4, desarrollaron rutas teatralizadas que presentan diferentes personajes históricos o icónicos del centro histórico de Quito. De esta manera, el paso 5 se conecta con la participación de las personas en estas rutas. Con el tiempo, los resultados han calado en la ciudadanía y esta se ha acercado a la historia patrimonial de la ciudad, generando efectos positivos en áreas como el turismo, la educación, entre otros.
Muchos equipos o redes y comunidades locales se forman por acciones sociales o de emprendimiento. Sin embargo, siempre existe una persona que destaca por sus cualidades como agente de cambio, es decir, personas que son activistas sociales o emprendedoras. La mayoría de estas personas, tienen un calificativo común: líderes. Aunque existen diversos matices para caracterizar a un agente de cambio, está claro que hay una diferencia abismal entre un líder que promueve la colaboración y otro que se inclina por el individualismo.
En las próximas 3 partes de este artículo, describiremos el ser del agente de cambio, su relación con otras personas y su capacidad de generar incidencia social y pública, como bases para desarrollar emprendimientos transformadores.
El yo emprendedor/a. ¿Desde dónde emprendo?
Para visitar este tema del yo emprendedor/a y la pregunta ¿desde dónde emprendo?, vamos a visitar una tecnología ontológica humana que describe una serie de características que están en nuestra biología y explican cómo nos movemos a nivel personal, pero también grupal y en red.
Osvaldo García y Soledad Saavedra han investigado, por largos años, los elementos clave que explican cómo los seres humanos nos relacionamos y aceptamos. Han identificado seis características que se resumen en la palabra CLEHES: Cuerpo + Lenguaje + Emociones + Historia + Eros + Silencio.
La tecnología ontológica CLEHES se basa en la idea de que cada persona es un ser biológico, emocional, lingüístico e histórico que interactúa en un mundo en constante cambio. Según esta teoría, las seis características que definen a los seres humanos y su forma de relacionarse son:
- Cuerpo: hace referencia a la dimensión física y material del ser humano y su forma de percibir el mundo a través de los sentidos en nuestros procesos de aprendizaje.
- Lenguaje: se refiere a la capacidad de los seres humanos para comunicarse, para construir significados y crear realidades.
- Emociones: son una dimensión fundamental de la experiencia humana y afectan la forma en que percibimos el mundo, cómo interactuamos con los demás y cómo tomamos decisiones.
- Historia: hace referencia a la experiencia pasada de cada persona, sus recuerdos, aprendizajes y cultura que influyen en su forma de ser y actuar en el mundo.
- Eros: se refiere a la capacidad humana de conectarse con otros y con el mundo a través del afecto.
- Silencio: hace referencia a la capacidad de estar en un estado de atención consciente y tranquila, de reflexionar y escuchar, y de desarrollar una sensibilidad más profunda y sutil hacia el mundo.
Según la tecnología ontológica CLEHES, el desarrollo personal y la capacidad de emprendimiento y liderazgo dependen en gran medida de cómo se integran y equilibran estas seis dimensiones.
En resumen, el CLEHES nos brinda una herramienta valiosa para comprender cómo podemos emprender desde una perspectiva más integral y consciente, y cómo podemos usar nuestras propias fortalezas y habilidades para dar sostenibilidad a nuestros proyectos5.
De esta forma, el yo emprendedor/a está relacionado con el CLEHES, y es importante observar y visitar nuestra biología desde:
- el autoobservador, desde donde miro mi yo interior
- el observador que interactúa con otras personas y
- el observador de equipos, comunidades y redes más amplio,
Para diseñar nuestros contextos personales y de interacción con otras personas a través de la red conversacional (que se genera en la interacción del lenguaje y las emociones).
Una persona que emprende tiene que involucrar su cuerpo para avanzar y aprender a través de acciones que se generan en el conversar con otras personas, que invitan a mirar nuestra historia conectada con las historias de esas personas. Pero hay un tema clave que nos invita a contestar la pregunta: ¿Desde dónde emprendo?
La clave de todo está en el eros. El eros es esa capacidad de tomar acciones desde la aceptación o el dejarse y dejar aparecer. El eros nos invita al estado primario del cual nacemos y movemos el mundo: el amor. Quien no se mueve desde el amor está en el ego y el ego supone negación.
Los emprendimientos se mueven cuando los pilotamos desde nuestra capacidad de ternura y sensibilidad para conectar con otras personas y escuchar sus problemas. El/la emprendedor/a social que innova, tendrá éxito si lo desarrolla desde esa apertura y no desde el ego (que lo mío es lo mejor, o que se siente superior a otras personas, o que su proyecto es el que solucionará todos los problemas).
“Operar o caminar en nuestro aprendizaje desde la aceptación (amor o eros) genera abundancia y el ego lo contrario, escasez. Aquí está el primer milagro de emprender”.
Si estamos y observamos en nuestra corporalidad que nos movemos desde el ego, la única herramienta que encontraremos para volver a un equilibrio son los estados de silencio.
En las religiones o la filosofía se puede asimilar el amor con la fuente de vida, con la iluminación plena, o con el encuentro del reino.
Hay un proyecto en particular que nos invita a reconectar con nuestro silencio y eros en la ruralidad, para desarrollar comunidad desde nuestra contemplación: Bosquexo convivencia de dibujantes6.
Estar en entornos rurales nos da la posibilidad natural – si lo queremos – de tener mayores facilidades para ser plenos y emprender desde otros escenarios, diferentes al ritmo de las urbes.
Emprendiendo con otros/as. ¿Por qué emprender con otras personas?
El segundo milagro de emprender se conecta con el primero: no tiene ningún sentido emprender solo/a. Al contrario, tiene sentido cuando ayudo a transitar a otras personas en sus propios procesos de aceptación e iluminación para que sean parte del emprender y se sientan plenos.
En esta quinta parte del artículo nos referiremos a que no estamos solos. En este caso la pregunta es directa y casi se responde por sí misma, al tener en cuenta los temas anteriores del artículo: ¿Por qué emprender con otras personas?
Cuando innovamos y emprendemos desde lo social, de forma natural, nos convoca la posibilidad de generar comunidad. No podremos hacer nada si no lo hacemos con otros/as. Sería una propia contradicción en el eros que ya vimos en la parte anterior.
La pregunta que nos aflige, muchas veces, es por dónde empezamos a tejer y generar alianzas en una comunidad, con otros/as para emprender. La respuesta no es compleja y se refiere a tres posibilidades o procesos7:
El primer proceso para generar comunidad en emprendimientos sociales se centra en la generación de valor social a través de las relaciones y participación de las personas. Esto implica potenciar espacios de confianza social y vínculos, para que las personas se sientan parte de algo más grande que ellas mismas y se comprometan con la construcción de un bien común.
Para lograr esto es necesario fomentar la participación activa de las personas en el proyecto, escuchar sus necesidades e ideas, y valorar sus aportes. Esto se puede lograr a través de diferentes estrategias, como la organización de eventos y actividades participativas, la implementación de sistemas de retroalimentación y la promoción de la diversidad y la inclusión.
El segundo proceso para tejer una comunidad con otros/as para emprender se enfoca en promover un valor de conocimiento, saberes y experiencia. Esto implica desarrollar acciones que permitan compartir conocimiento y experiencia en la comunidad.
Al emprender en un ámbito social es importante tener en cuenta que las soluciones a los problemas que se quieren abordar pueden provenir de diversas fuentes. Es por eso que la colaboración y el intercambio de conocimientos y experiencias son fundamentales para el éxito de un proyecto.
Para promover este valor en una comunidad, se pueden realizar diferentes acciones, como talleres, charlas, mentorías, intercambio de información, entre otros. El objetivo es crear un espacio donde los miembros de la comunidad puedan compartir sus conocimientos y aprender de los demás, fortaleciendo así la capacidad de innovación y solución de problemas.
Además, el intercambio de conocimientos y experiencias puede generar un sentido de pertenencia y compromiso en la comunidad, lo que a su vez puede traducirse en una mayor participación y colaboración en proyectos conjuntos.
El tercer proceso se enfoca en crear valor de uso, económico o de cambio a través del desarrollo de un plan de acción en torno al propósito. Este plan de acción debe estar enfocado en generar un conjunto de producto(s) o servicio(s) que aporten valor a la comunidad y al mismo tiempo puedan ser intercambiados por recursos económicos.
Es importante tener en cuenta que la generación de valor económico no debe ser el único objetivo del emprendimiento social. El valor de uso y/o de cambio pueden ser igualmente importantes para el bienestar de la comunidad y para el desarrollo sostenible del proyecto.
Para lograr esto es necesario tener una visión clara del propósito y de las necesidades de la comunidad, así como una estrategia para desarrollar y comercializar los productos o servicios de manera efectiva. Además, es importante establecer alianzas y colaboraciones con otros actores relevantes para fortalecer el proyecto y aumentar su impacto social y económico.
Para dar sostenibilidad en el ecosistema y alianzas de nuestros emprendimientos sociales, además de la característica del eros, necesitamos generar valor social, valor de conocimiento y valor de uso para que nuestros proyectos resulten sostenibles y eso, como ya dijimos, no lo podemos realizar de forma solitaria.
Aquí destaco un proyecto de construcción de comunidad, que suma los tres procesos anteriores. Me tocó, en algún momento, acompañar su proceso organizacional y era natural ver cómo se tejían las conversaciones en torno a un tema común (propósito) y de impacto que nos invita a conectar con la última parte de este artículo: Teatro del Barrio8.
En el caso del teatro, el valor social viene dado por las fiestas que organizan desde la comunidad y/o el funcionamiento del bar que invita a la conversación y generación de vínculos entre las personas que visitan el teatro. El valor de conocimiento está en las múltiples investigaciones y puestas en escena de personajes, por ejemplo, de mujeres destacadas de la cultura. Y por último, el valor de uso en el teatro está en la creación de obras de teatro (fruto de procesos de investigación) y que se presentan en el propio escenario o que giran por otras ciudades.
Cada uno de los ejemplos anteriores se entrecruzan. No es que una actividad genere un valor determinado, sino que un plan de acción equilibra el conjunto de valores para el desarrollo de un propósito u objetivo.
Emprendiendo para cambiar las cosas. ¿Por qué generar incidencia social y/o pública?
El tercer milagro se relaciona con el primero y el segundo, de conectar desde mi eros, generando abundancia, vinculándome con otras personas, para buscar que las cosas cambien a través de emprendimientos que generen una incidencia social y/o pública.
Este tercer milagro, nos invita a explorar la pregunta ¿Por qué generar incidencia social y/o pública?
Es muy probable que la autorreferencialidad aparezca en nuestros procesos de emprendimiento. Es allí cuando podemos hacer click, observarnos y activar los milagros de emprender: de ver más allá de nuestro propio jardín y generar un cambio en nuestra mirada, para proyectarnos más allá de nuestros círculos o comunidades de referencia (donde nos sentimos cómodos), para mover nuestros cuerpos en otros espacios de aprendizaje y acción.
El emprendimiento social implica un compromiso con la sociedad en su conjunto. Para poder cumplir con este compromiso debemos estar dispuestos a interactuar y colaborar con personas de distintos orígenes y perspectivas. De esta forma, podremos tener una visión más amplia y completa de los problemas y necesidades de nuestra sociedad, y podremos encontrar soluciones más efectivas y sostenibles.
Volviendo a los esquemas de las partes 2 y 3 de este artículo, podemos usar el mapa de ecosistemas y ciclo de emprendimiento y alianzas, para identificar los problemas o necesidades que podamos transformar en oportunidades con otras personas para emprender.
Ahora, en nuestro ámbito, la búsqueda de soluciones innovadoras a los problemas o necesidades saldrán de interactuar con oficios de la cultura y la creatividad con foco en la ruralidad. Siendo una voz y amplificando acciones que permitan, desde sensibilizar, hasta que las personas formen y se involucren en las soluciones que generen incidencia social y/o pública.
Para terminar quiero contarles la historia de una persona quien, sin ser cineasta o vinculada al sector, empezó a incursionar en la gestión cultural y audiovisual. Esta persona observaba un problema mayor que no solo estaba en sus grupos de personas cercanos o en el barrio, sino que se trataba de un problema planetario: el cambio climático y la necesidad de transitar a una economía más justa, inclusiva y sostenible.
Esta persona se dio cuenta de que el problema es de tal envergadura que era imposible resolverlo por la complejidad de los temas a nivel global. Entonces decidió impulsar un festival de cine para contribuir a generar otros mecanismos de activismo, en este caso sensibilizando a las personas, la sociedad y las instituciones de que, para tomar conciencia, necesitamos encaminarnos a un mundo más sostenible. Ver proyecto: Another Way Film Festival 10 11.
“Cuando desarrollamos activismo desde nuestros emprendimientos estamos conectando y vinculando comunidades y, seguramente, desarrollando nuevas comunidades. La riqueza de emprender está en romper límites y fronteras. No es un camino fácil y corto en el tiempo, es un largo recorrido que requiere tener claro un propósito y ser capaces de adaptarnos a los signos de los tiempos”.
1 Basurama Nació en la Escuela de Arquitectura de Madrid y ha ido evolucionando y adoptando nuevas formas desde sus orígenes. Pretende estudiar fenómenos inherentes a la producción masiva de basura real y virtual en la sociedad de consumo, aportando nuevas visiones que actúen como generadores de pensamiento y actitud. Detecta resquicios dentro de estos procesos de generación y consumo que no sólo plantean interrogantes sobre nuestra forma de explotar los recursos, sino también sobre nuestra forma de pensar, de trabajar, de percibir la realidad. 2 PLACEMAKING VALPARAÍSO 2017 fue la primera edición del encuentro que se realizó en Latinoamérica. Los Placemaking Leadership Forums comenzaron en Detroit en 2013. 3 Espacio Lúdico es una organización no gubernamental sin fines de lucro cuyo objetivo es impulsar programas de INNOVACIÓN URBANA CIUDADANA generando transformación social y territorial inclusiva a través del juego y su investigación aplicada al diseño y gestión de proyectos colaborativos. 4 Quito Eterno inició su trabajo en 2002 como parte de la iniciativa educativa de la Corporación del Centro Histórico, entidad privada sin ánimo de lucro, en el centro histórico de Quito, Ecuador (declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978). Actualmente Quito Eterno es una fundación privada sin ánimo de lucro que tiene como misión – a través de experiencias artísticas, pedagógicas y de investigación social – desarrollar procesos integrales y crear estrategias en el campo cultural-educacional, para promover el disfrute de los patrimonios, la construcción de ciudadanía y la convivencia social. 5 No ahondaremos mucho más en el CLEHES. Para las personas curiosas, que quieran seguir profundizando, les invito a visitar la página CLEHES.tejeRedes.net y ver algunos de los videos relacionados con los autores, o el propio libro.tejeRedes.net (capítulo 5). 6 Opinión de una persona: Bosquexo es para mí la ocasión de reencontrarse con el dibujo como pasión y como diversión, de volver a disfrutar del mero hecho de dibujar porque sí, porque es mejor que ver la tele o que estar muerto. El entorno es sencillamente inmejorable, hay río, vacas, pozas, montes y hamacas. La gente que lo organiza es esa clase de gente a la que se quiere inmediatamente. Los participantes son todos gente interesante y con ganas de aprender cosas. Por la noche puedes ver las estrellas tirado en mitad de una carretera. La birra se enfría en el agua de las fuentes. No se puede pedir más porque seguro que es inmoral. 7 Definiciones extraídas del Libro tejeRedes - Trabajo en Red y Sistemas de Articulación Colaborativos. Cristian Figueroa. 8 Propósito del Teatro del Barrio: somos un teatro de muchas para muchas. Un espacio político y micropolítico que se nutre del movimiento ciudadano. Somos feministas. Nos anclamos en la felicidad, la libertad, la horizontalidad, la igualdad y la búsqueda del bien común. Huimos del pensamiento único: cuestionamos, participamos, debatimos y nos formamos para replantearnos las viejas formas. Creemos en que otros relatos son posibles. 9 El proyecto Mujeres que se Atreven comprende una serie de monólogos teatrales de mujeres, personajes históricos que “narran” sus vidas y, al hacerlo, ponen en relación sus conflictos vitales con los arquetipos, metáforas e imágenes de la mujer que operan en sus respectivos contextos. Fuente: https://teatrodelbarrio.com/emilia-giras. 10 Another Way Film Festival tiene por finalidad divulgar, exhibir y premiar obras audiovisuales de ficción, animación y documentales, con temática de progreso sostenible, producidas en cualquier parte del mundo, además de promover acciones y actividades paralelas relacionadas con los audiovisuales y el medioambiente. 11 No dejes de leer el manifiesto y compromisos de Another Way: https://anotherwayff.com/content/manifiesto
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